LA FELICIDAD ES UNA ELECCIÓN PERSONAL

Vemos muchas personas que van alimentando su Ego personal permanentemente, viven una vida que se enfoca en un pasado o en un futuro, pero nunca se detienen a vivir el aquí y el ahora.

Caemos con frecuencia en estados emocionales que nos alejan de vivir una vida plena y feliz. Pero ¿cómo llegamos a ese punto?

Cuando menos lo pensamos estamos enfocando nuestra atención en recuerdos y vivencias pasadas. Así es muy fácil caer en melancolía y tristeza, adicionalmente podemos generar rencores que se van convirtiendo en odio y a su paso generar mucho dolor.

Por el contrario podemos estar viviendo en el futuro, temerosos de lo que puede llegar a suceder y generando estados de ansiedad y estrés. Aquí fácilmente nuestra mente se ve envuelta en pensamientos compulsivos que no cesan y van agotando a la persona de manera física, mental y emocionalmente.

Para completar el círculo vicioso, es muy frecuente que enfoquemos nuestras elecciones en la vida desde el miedo y no desde el amor. Cuando vivimos así, nos acostumbramos a interpretar nuestras experiencias desde el pesimismo, la carencia, la rigidez o incluso desde una postura perfeccionista y esto es una crónica de una profecía autocumplida. Es claro entonces que se hace necesario enfocar nuestra atención y esfuerzo en soluciones, posibilidad y aprendizajes.

Cuando vemos en cada momento de la vida una oportunidad para crecer, evolucionar y servir, logramos conectar con nuestro verdadero Ser. La verdadera aventura de la vida, se encuentra en el autodescubrimiento, en cultivar el amor propio y en generar hábitos de vida congruentes con nuestros principios y valores.

La práctica del agradecimiento, el perdón y la meditación son herramientas muy poderosas que pueden elevar tu nivel de consciencia y llevarte así a vivir una vida en armonía y felicidad:

• Iniciar con pequeños pasos te pone en movimiento para que te acerques a esa nueva vida, emplea tan solo 5 minutos de tu día para encontrar 5 cosas que quieras agradecer.

• Visualiza a esa persona con la que tuviste un mal momento y envíale mentalmente esos buenos sentimientos que le enviarías a una persona que aprecies, por ejemplo: paz, tranquilidad e incluso compasión.

• Por último no olvides que la práctica hace al maestro, encuentra un estado de serenidad conectando con la respiración. No te va a tomar más de 10 minutos diarios y en poco tiempo vas a empezar a disfrutar de los beneficios de la atención plena y la conexión con la energía vital.